Considerada un clásico de clásicos, la película Casablanca se ha convertido en un ícono de Hollywood a 75 años de su estreno.
Aunque es un drama romántico, la película Casablanca hoy se encuentra en la lista de la American Film Institute como la segunda mejor película en toda la historia del cine.
La narrativa de la película Casablanca está centrada en un puerto homónimo en Marruecos de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial.
Sus protagonistas, Rick Blaine (Humphrey Bogart), dueño del concurrido Café de Rick y su viejo amor Ilsa Lund (Ingrid Bergman) llenan la historia de un amor fuerte y entrañable que está destinado a perderse.
Entre la historia de amor que hace suspirar, la película Casablanca encuentra un perfecto equilibrio entre una impactante y realista historia política. La historia se desarrolla tras unas cartas de tránsito robadas por un criminal y la incertidumbre de quién las obtendrá para lograr regresar a los Estados Unidos.
Película Casablanca: una obra de maestra
Un buen amante del cine tiene la obligación (y satisfacción) de ver la película Casablanca por lo menos en algún momento de su vida. Es por eso por lo que te mencionamos cuatro definitivas razones por las cuales consideramos que Casablanca es una obra maestra.
La música de Max Steiner
La música que se escucha durante la película fue escrita por Max Steiner, un gran genio austriaco que para esos años ya había musicalizado películas como Lo que el viento se llevó y Sergeant York.
Hoy su legado ha inspirado a los compositores contemporáneos que pertenecen al sinfonismo autorreferencial. Durante Casablanca podrás apreciar una muy acertada banda sonora que juega con temas populares y los himnos nacionales de los países en conflicto.
Su gran reparto y guion
Sólo hace falta ver las escenas que Bogart y Bergman comparten para decidirse a apreciar todo el filme. Inclusive los personajes secundarios, que por sí solos podrían protagonizar otras historias, son personajes inolvidables.
Los diálogos están sumamente cuidados y dan la sensación de que cada actor fue hecho para el papel que vemos en pantalla.
No hay manera de olvidar diálogos que pasaron a la historia como aquel “Creo que esto puede ser el principio de una gran amistad” o “El mundo se desintegra y nosotros nos enamoramos”.
Su fotografía y ambientación
El sorprendente ingenio sobre el uso de sombras, el movimiento de las cámaras y los detalles característicos de esa época como los primeros planos en Ingrid Bergman hacen de Casablanca una película extremadamente visual para su época.
Su director, Michel Curtiz, junto con su gran fotógrafo, Arthur Edeson y Carl Jules Weyl, el diseñador de producción, logran crear una atmosfera sensacional, que te traslada a una capital marroquí casi de Aladín.
Su trascendencia
Aunque se encuentra catalogada como un drama romántico, la película Casablanca atraviesa esa frontera para convertirse en un complejo filme político.
No es una película bélica ni narra rivalidades nacionalistas, pero la película de Michel Curtiz nos muestra un mundo globalizado en el que coexisten dos formas muy distintas de ver al mundo.
Es por esto por lo que su legado ha perdurado. No es difícil comparar la confrontación de los valores en nuestro mundo contemporáneo con el de aquella Casablanca libre de 1942.